*Además de ir en contra de los derechos de las mujeres, dejan sin empleo a miles de trabajadoras de este giro
Kabul, Afganistán (AFP). – Con la nueva prohibición impuesta por los talibanes contra las afganas, se pronostica que más de 60 mujeres, perderán su única fuente de ingresos, este golpe a los derechos humanos se suma al veto a la educación superior o al trabajo en organizaciones no gubernamentales que se ha impuesto en este régimen.
“Hay más de 13 mil mujeres en salones de belleza y 60 mil trabajadoras que perderán su trabajo”, aseguraron miembros de la “Unión de Salones de Belleza para Mujeres de Afganistán, “esta es realmente una decisión dura, ya que miles de mujeres perderán su trabajo y fuente de ingresos”, lamentaron.
“Las mujeres ya estaban privadas de muchos campos de sustento. Las dueñas de los salones de belleza son cabeza de familia y la única fuente de ingresos para esta, solicitamos al gobierno de los talibanes que no quite el pan de nuestra mesa, quitarnos el único sustento de supervivencia es quitarnos la vida”, dijeron algunas mujeres inconformes con esta decisión, quienes agregaron que fueron forzadas a firmar una carta en la cual decía que cerraban sus establecimientos por voluntad propia y renunciaban a su licencia para administrarlos.
El ministerio justificó esta decisión, argumentando que la gente gasta en estos negocios sumas extraordinarias de dinero para bodas o fiestas, lo que se considera una carga demasiado pesada para las familias pobres, y afirmaron que algunos de los servicios incumplían con los decretos de la ley islámica.
“Tener maquillaje impide que las mujeres efectúen correctamente sus abluciones antes de la oración”, se dijo, además de que también se prohibió el uso de trenzas y pestañas postizas.
Desde que los talibanes llegaron al poder en el país, las mujeres han atravesado un retroceso en materia de derechos humanos, con restricciones como la segregación de sexo en lugares públicos, la imposición de velo o la obligación de ir acompañadas por un familiar masculino en trayectos largos. En diciembre pasado, se prohibió a las mujeres trabajar en alguna organización no gubernamental o estudiar en la universidad, decisión que sucede al veto a la educación secundaria.
*Además de ir en contra de los derechos de las mujeres, dejan sin empleo a miles de trabajadoras de este giro
Kabul, Afganistán (AFP). – Con la nueva prohibición impuesta por los talibanes contra las afganas, se pronostica que más de 60 mujeres, perderán su única fuente de ingresos, este golpe a los derechos humanos se suma al veto a la educación superior o al trabajo en organizaciones no gubernamentales que se ha impuesto en este régimen.
“Hay más de 13 mil mujeres en salones de belleza y 60 mil trabajadoras que perderán su trabajo”, aseguraron miembros de la “Unión de Salones de Belleza para Mujeres de Afganistán, “esta es realmente una decisión dura, ya que miles de mujeres perderán su trabajo y fuente de ingresos”, lamentaron.
“Las mujeres ya estaban privadas de muchos campos de sustento. Las dueñas de los salones de belleza son cabeza de familia y la única fuente de ingresos para esta, solicitamos al gobierno de los talibanes que no quite el pan de nuestra mesa, quitarnos el único sustento de supervivencia es quitarnos la vida”, dijeron algunas mujeres inconformes con esta decisión, quienes agregaron que fueron forzadas a firmar una carta en la cual decía que cerraban sus establecimientos por voluntad propia y renunciaban a su licencia para administrarlos.
El ministerio justificó esta decisión, argumentando que la gente gasta en estos negocios sumas extraordinarias de dinero para bodas o fiestas, lo que se considera una carga demasiado pesada para las familias pobres, y afirmaron que algunos de los servicios incumplían con los decretos de la ley islámica.
“Tener maquillaje impide que las mujeres efectúen correctamente sus abluciones antes de la oración”, se dijo, además de que también se prohibió el uso de trenzas y pestañas postizas.
Desde que los talibanes llegaron al poder en el país, las mujeres han atravesado un retroceso en materia de derechos humanos, con restricciones como la segregación de sexo en lugares públicos, la imposición de velo o la obligación de ir acompañadas por un familiar masculino en trayectos largos. En diciembre pasado, se prohibió a las mujeres trabajar en alguna organización no gubernamental o estudiar en la universidad, decisión que sucede al veto a la educación secundaria.
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