*El sacerdote Jorge Altilano comentó que para la comunidad jesuita en la zona fue triste conocer la noticia del asesinato de "El Chueco"
México (Milenio)- Jorge Atilano, encargado del sector social de la Compañía de Jesús en México, advirtió que la comunidad jesuita en la Sierra Tarahumara se encuentra con temor luego del asesinato de José Noriel Portillo, alias "El Chueco", presunto homicida de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, por el vacío de poder que quedó.
En entrevista con Elisa Alanís, el sacerdote explicó que ahora falta ver quién llenará los vacíos de poder fáctico que controlaba el presunto delincuente, que fue encontrado muerto en Choix, Sinaloa.
El religioso comentó que para la comunidad jesuita en la zona fue triste conocer la noticia del asesinato de El Chueco, pues “para nosotros, el asesinato no puede ser justicia, esperábamos otro desenlace de esta situación”.
Dijo que han estado en diálogo con las autoridades, dando seguimiento al caso, que cada mes se han reunido y, que aunque no esperaban esa situación, se habían percatado de que en la sierra empezaban a darse “movimientos extraños” que les hacían prever este escenario.
Además, expuso que durante todo este tiempo, desde junio del año pasado, los sacerdotes jesuitas han vivido con temor por la presencia de Portillo Gil en la zona.
*El sacerdote Jorge Altilano comentó que para la comunidad jesuita en la zona fue triste conocer la noticia del asesinato de "El Chueco"
México (Milenio)- Jorge Atilano, encargado del sector social de la Compañía de Jesús en México, advirtió que la comunidad jesuita en la Sierra Tarahumara se encuentra con temor luego del asesinato de José Noriel Portillo, alias "El Chueco", presunto homicida de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, por el vacío de poder que quedó.
En entrevista con Elisa Alanís, el sacerdote explicó que ahora falta ver quién llenará los vacíos de poder fáctico que controlaba el presunto delincuente, que fue encontrado muerto en Choix, Sinaloa.
El religioso comentó que para la comunidad jesuita en la zona fue triste conocer la noticia del asesinato de El Chueco, pues “para nosotros, el asesinato no puede ser justicia, esperábamos otro desenlace de esta situación”.
Dijo que han estado en diálogo con las autoridades, dando seguimiento al caso, que cada mes se han reunido y, que aunque no esperaban esa situación, se habían percatado de que en la sierra empezaban a darse “movimientos extraños” que les hacían prever este escenario.
Además, expuso que durante todo este tiempo, desde junio del año pasado, los sacerdotes jesuitas han vivido con temor por la presencia de Portillo Gil en la zona.
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