*El sector necesitará una inversión de 2.4 billones de dólares para crecer en los próximos 17 años

México (Milenio).- En junio de 2020 la mayor parte de los vuelos internacionales estaban cancelados, los grandes hubs aéreos trabajaban a menos de la mitad de su capacidad y la industria aeroportuaria empezaba a perder a pasos agigantados el desarrollo logrado en dos décadas. Fue en esos días en que el brasileño Luis Felipe de Oliveira tomó la dirección del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por su sigla en inglés), con la misión no solo de rescatarlos, si no de llevarlo hacia un futuro cero emisiones. 

Hoy la historia es diferente. Al igual que en México, donde se construyó el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA) y se edifica el de Tulum, hay otros cientos de obras en construcción en el mundo, solo India construye 140 instalaciones, pues como dice el ingeniero químico: la demanda para los aeropuertos crecerá al doble en 2040 y “la mayor parte de ese crecimiento vendrá de las naciones emergentes”.

En términos de futuro estamos muy positivos tras perder 50 por ciento de viajeros respecto del 2019, un año de más alto nivel de pasajeros en el mundo, retrocedimos 20 años en uno. Cerramos 2022 a nivel global con 75 por ciento del tráfico aéreo global y esperamos que este año los mercados domésticos lleguen a los volúmenes de 2019 y los internacionales para 2025.

La industria va a doblar su tamaño hacia 2040, pero el crecimiento no vendrá de Europa o Estados Unidos sino de países en desarrollo. Solamente India, China, Vietnam e Indonesia van a tener 50 por ciento del tráfico aéreo. Hay dos retos que son superimportantes. Uno es el capital humano, tenemos que volver a traer personas a trabajar en la industria y eso incluye capacitación. El segundo la tecnología. En los últimos años se aceleró mucho con la pandemia, los procesos son menos manuales y más automatizados. Muchos de esos trabajos de la industria fueron trasladados a tecnología (automatización) pero no podemos perder el contacto humano.