*El cubrebocas dejó de ser obligatorio y el ocio nocturno reabrió sus puertas entrando el verano en la mayor parte del país
España. – Autoridades se muestran preocupadas por el aumento de pacientes con COVID-19 en los hospitales, en medio de una quinta ola de contagio en el país; esta situación ha orillado a que se retomen las restricciones en la mayor parte de las comunidades en un intento de frenar los contagios. Los toques de queda nocturnos vuelven a varias regiones en pleno verano, temporada alta para el turismo.
Con un incremento en los casos, disparado especialmente entre los jóvenes, la intención es reducir los contagios mientras se agiliza la vacunación entre los grupos de personas de menor edad. Al inicio del verano, el ocio nocturno en la mayor parte del país dejó de ser obligatorio, aunque con limitaciones, y de igual manera el cubrebocas dejó de ser obligatorio en las calles y espacios abiertos.
Tanto ciudadanos como autoridades, confiaban en que el turismo pudiera reactivarse en esta temporada del año, ya que es un sector esencial en la economía del país, y que el buen ritmo de la campaña de vacunación se viera reflejado en una disminución considerable de casos, ofreciendo seguridad para todos los habitantes y turistas que llegaran al país. A pesar de esto, registros de cientos de contagios entre jóvenes en varios destinos turísticos desataron las alarmas, mientras que varios países europeos recomendaban a sus habitantes no viajar al país ibérico.
La decisión se tomó debido a que se quiere evitar el colapso en centros de salud de atención primaria, que cada vez ven más cercano ya que a diario se registra un número alto de pacientes con síntomas de la enfermedad. Varias regiones del país están superando el récord diarios de contagios, lo que preocupa a las autoridades debido a que los hospitales no cuentan con espacio suficiente para poder atender a la mayor parte de ciudadanos que lo están necesitando.
Ante esto se realizan campañas de concientización entre los grupos de edad de veinte y treinta años para que acudan a vacunarse, ya que el índice de jóvenes que está inmunizado es bajo.
*El cubrebocas dejó de ser obligatorio y el ocio nocturno reabrió sus puertas entrando el verano en la mayor parte del país
España. – Autoridades se muestran preocupadas por el aumento de pacientes con COVID-19 en los hospitales, en medio de una quinta ola de contagio en el país; esta situación ha orillado a que se retomen las restricciones en la mayor parte de las comunidades en un intento de frenar los contagios. Los toques de queda nocturnos vuelven a varias regiones en pleno verano, temporada alta para el turismo.
Con un incremento en los casos, disparado especialmente entre los jóvenes, la intención es reducir los contagios mientras se agiliza la vacunación entre los grupos de personas de menor edad. Al inicio del verano, el ocio nocturno en la mayor parte del país dejó de ser obligatorio, aunque con limitaciones, y de igual manera el cubrebocas dejó de ser obligatorio en las calles y espacios abiertos.
Tanto ciudadanos como autoridades, confiaban en que el turismo pudiera reactivarse en esta temporada del año, ya que es un sector esencial en la economía del país, y que el buen ritmo de la campaña de vacunación se viera reflejado en una disminución considerable de casos, ofreciendo seguridad para todos los habitantes y turistas que llegaran al país. A pesar de esto, registros de cientos de contagios entre jóvenes en varios destinos turísticos desataron las alarmas, mientras que varios países europeos recomendaban a sus habitantes no viajar al país ibérico.
La decisión se tomó debido a que se quiere evitar el colapso en centros de salud de atención primaria, que cada vez ven más cercano ya que a diario se registra un número alto de pacientes con síntomas de la enfermedad. Varias regiones del país están superando el récord diarios de contagios, lo que preocupa a las autoridades debido a que los hospitales no cuentan con espacio suficiente para poder atender a la mayor parte de ciudadanos que lo están necesitando.
Ante esto se realizan campañas de concientización entre los grupos de edad de veinte y treinta años para que acudan a vacunarse, ya que el índice de jóvenes que está inmunizado es bajo.
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