*Esta situación ha sido objeto de acalorados debates entre expertos en el área del lenguaje y grupos feministas radicales
Francia. – Autoridades de Educación prohibieron el uso del lenguaje inclusivo en los colegios al estimar que constituye un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura, poniendo fin a un debate que divide desde hace algunos años a los lingüistas y a la comunidad educativa.
Para los opositores del lenguaje inclusivo, es una “aberración” que pone en peligro las lenguas, mientras que para sus partidarios es parte de la construcción de un mundo más mundo que fue regido durante siglos por un urden binario.
El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquier, trató de terminar esta polémica al prohibir en las escuelas el uso de la escritura inclusiva, que en los últimos tiempos cobró protagonismo especialmente entre las generaciones más jóvenes.
“Se debe prohibir el recurso a la denominada escritura inclusiva, que utiliza notablemente el punto medio para revelar simultáneamente las formas femenina y masculina de una palabra usada en masculino cuando se utiliza en un sentido genérico” aseguró Blanquier en un comunicado que se publicó en el Boletín Oficial del Estado.
También dijo que “la lengua es un precioso tesoro que tenemos la vocación de compartir con todos los alumnos, en su belleza y fluidez, sin rencillas y sin instrumentalizaciones” agregó el titular de Educación.
No obstante, el ministerio respalda la feminización de algunas palabras, sobre todo en las profesiones, siempre y cuando se respeten las reglas gramaticales y pide a los docentes, respetar la igualdad entre niñas y niños a través de la lucha contra las representaciones estereotipadas.
*Esta situación ha sido objeto de acalorados debates entre expertos en el área del lenguaje y grupos feministas radicales
Francia. – Autoridades de Educación prohibieron el uso del lenguaje inclusivo en los colegios al estimar que constituye un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura, poniendo fin a un debate que divide desde hace algunos años a los lingüistas y a la comunidad educativa.
Para los opositores del lenguaje inclusivo, es una “aberración” que pone en peligro las lenguas, mientras que para sus partidarios es parte de la construcción de un mundo más mundo que fue regido durante siglos por un urden binario.
El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquier, trató de terminar esta polémica al prohibir en las escuelas el uso de la escritura inclusiva, que en los últimos tiempos cobró protagonismo especialmente entre las generaciones más jóvenes.
“Se debe prohibir el recurso a la denominada escritura inclusiva, que utiliza notablemente el punto medio para revelar simultáneamente las formas femenina y masculina de una palabra usada en masculino cuando se utiliza en un sentido genérico” aseguró Blanquier en un comunicado que se publicó en el Boletín Oficial del Estado.
También dijo que “la lengua es un precioso tesoro que tenemos la vocación de compartir con todos los alumnos, en su belleza y fluidez, sin rencillas y sin instrumentalizaciones” agregó el titular de Educación.
No obstante, el ministerio respalda la feminización de algunas palabras, sobre todo en las profesiones, siempre y cuando se respeten las reglas gramaticales y pide a los docentes, respetar la igualdad entre niñas y niños a través de la lucha contra las representaciones estereotipadas.
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