*Esta medida aplicará a personas que procedan de países considerados de riesgo
España. – Los turistas y viajeros que lleguen a España sin la prueba PCR negativa, podrán ser sancionados con multas de hasta seis mil euros (alrededor de 144 mil pesos mexicanos), además de tener que someterse a una prueba rápida como medida para garantizar una movilidad segura, ha afirmado este viernes la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
“Son multas serias, multas disuasorias, con intereses recaudatorios” subrayó en declaraciones ante medios locales la ministra González Laya, al ser cuestionada por la decisión del Ministerio español de Sanidad de que, a partir del 23 de noviembre, se exigirá una PCR negativa a todos los viajeros que procedan de regiones consideradas de riesgo.
España ha aprobado esta medida una vez que la Comisión Europea acordó instaurarla en la UE y pese a que la mayoría de los países europeos ya exigía este tipo de medidas para entrar en su territorio.
González Laya también subrayó que, a lo largo de estos meses, se ha demostrado que la movilidad internacional sólo ha supuesto un “0.08 por ciento de importación de COVID-19”.
Así, según la ministra, de los 5 millones 200 mil viajeros que han entrado en España desde el pasado julio “apenas 4 mil 800 han dado positivo”.
*Esta medida aplicará a personas que procedan de países considerados de riesgo
España. – Los turistas y viajeros que lleguen a España sin la prueba PCR negativa, podrán ser sancionados con multas de hasta seis mil euros (alrededor de 144 mil pesos mexicanos), además de tener que someterse a una prueba rápida como medida para garantizar una movilidad segura, ha afirmado este viernes la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
“Son multas serias, multas disuasorias, con intereses recaudatorios” subrayó en declaraciones ante medios locales la ministra González Laya, al ser cuestionada por la decisión del Ministerio español de Sanidad de que, a partir del 23 de noviembre, se exigirá una PCR negativa a todos los viajeros que procedan de regiones consideradas de riesgo.
España ha aprobado esta medida una vez que la Comisión Europea acordó instaurarla en la UE y pese a que la mayoría de los países europeos ya exigía este tipo de medidas para entrar en su territorio.
González Laya también subrayó que, a lo largo de estos meses, se ha demostrado que la movilidad internacional sólo ha supuesto un “0.08 por ciento de importación de COVID-19”.
Así, según la ministra, de los 5 millones 200 mil viajeros que han entrado en España desde el pasado julio “apenas 4 mil 800 han dado positivo”.
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