*Los habitantes de nueva Zelanda han logrado, a través de sus acciones aplastar al COVID-19, aseguró el ministro de Salud Chris Hipkins
Nueva Zelanda. – Los médicos de nueva Zelanda, declararon la semana pasada libre del COVID-19 al último paciente contagiado a través de un brote local, mientras que otros 37 casos catalogados como contagios importados continúan activos en el país.
Se preveía que la ciudad de Auckland, que con 1.7 millones de habitantes, es decir la más poblada de la nación, retomara a partir del jueves pasado la normalidad tras superar un rebrote del COVID-19 que obligó a las autoridades a decretar a mediados de agosto una segunda cuarentena.
“Es un gran hito, los neozelandeses han logrado una vez más, a través de sus acciones, aplastar al virus. Los sistemas que hemos desarrollado y reforzado desde la primera ola de COVID-19 han sido efectivos para seguir al virus, aislarlo y eliminarlo”, dijo el ministro de Salud.
El rebrote en Auckland fue detectado en cuatro miembros de una misma familia y después el brote se expandió hasta provocar 179 infecciones, a las que suman otros siete contagios locales vinculados a un grupo de personas que retornó del exterior.
El ministro Hipkins aclaró en un comunicado que espera que el brote de Auckland sea oficialmente “cerrado” en cuatro semanas -o dos periodos incubación del nuevo coronavirus- si no se registra ninguna infección a partir de este foco.
Nueva Zelanda acumula desde el inicio de la pandemia un total de mil 505 infecciones, incluidos 25 fallecidos y de los cuales 37 casos entre las personas provenientes del exterior continúan activos.
El país, que declaró el primer confinamiento el 25 de marzo cuando solo tenían 50 casos confirmados y que regresó a la nueva normalidad el 8 de junio, entró en recesión técnica el mes pasado tras caer un 12.2 por ciento en el segundo trimestre de 2020 a raíz de las duras restricciones impuestas.
*Los habitantes de nueva Zelanda han logrado, a través de sus acciones aplastar al COVID-19, aseguró el ministro de Salud Chris Hipkins
Nueva Zelanda. – Los médicos de nueva Zelanda, declararon la semana pasada libre del COVID-19 al último paciente contagiado a través de un brote local, mientras que otros 37 casos catalogados como contagios importados continúan activos en el país.
Se preveía que la ciudad de Auckland, que con 1.7 millones de habitantes, es decir la más poblada de la nación, retomara a partir del jueves pasado la normalidad tras superar un rebrote del COVID-19 que obligó a las autoridades a decretar a mediados de agosto una segunda cuarentena.
“Es un gran hito, los neozelandeses han logrado una vez más, a través de sus acciones, aplastar al virus. Los sistemas que hemos desarrollado y reforzado desde la primera ola de COVID-19 han sido efectivos para seguir al virus, aislarlo y eliminarlo”, dijo el ministro de Salud.
El rebrote en Auckland fue detectado en cuatro miembros de una misma familia y después el brote se expandió hasta provocar 179 infecciones, a las que suman otros siete contagios locales vinculados a un grupo de personas que retornó del exterior.
El ministro Hipkins aclaró en un comunicado que espera que el brote de Auckland sea oficialmente “cerrado” en cuatro semanas -o dos periodos incubación del nuevo coronavirus- si no se registra ninguna infección a partir de este foco.
Nueva Zelanda acumula desde el inicio de la pandemia un total de mil 505 infecciones, incluidos 25 fallecidos y de los cuales 37 casos entre las personas provenientes del exterior continúan activos.
El país, que declaró el primer confinamiento el 25 de marzo cuando solo tenían 50 casos confirmados y que regresó a la nueva normalidad el 8 de junio, entró en recesión técnica el mes pasado tras caer un 12.2 por ciento en el segundo trimestre de 2020 a raíz de las duras restricciones impuestas.
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